lunes, 10 de marzo de 2014

Tracia: yeguas antropófagas y un músico asombroso

  Tracia (en griego Θρᾴκη)es una región del suroeste de Europa,en la Península de los Balcanes,al norte del mar Egeo.Tracia es, en la actualidad una región de Grecia. El pueblo llamado ``tracio´´ ocupaba en la Antigüedad un territorio más amplio, incluyendo parte de la actual Bulgaria.

  En época antigua, los griegos consideraban bárbaros (βάρβαρος=extranjero) a los tracios,pero lo cierto es que tenían una cultura muy refinada. Los griegos mantuvieron muchas relaciones comerciales con ellos gracias a sus minerales, su vino y sus amplias zonas de buenos pastos.

Maronea
  
 La zona que formaba la antigua Tracia estuvo habitada por numerosos tribus aunque formaban reinos separados. Debido a sus codiciables recursos,los griegos les sometieron hacia 600 a.C y los utilizaron en la explotación de las minas de oro y plata del lugar.A menudo eran reclutados como mercenarios (del latín merces, -edis ``pago´´) por su gran eficacia y por su amplio número. El pueblo más fuerte y duradero dentro de los tracios fue el de los Odrisios,con Teres, su rey, considerado el unificador de Tracia. Uno de los personajes más famosos originario de esta región sería, andando el tiempo, el gladiador Espartaco.

    Hay dos mitos fundamentales relacionados con esta región:el primero,uno de los doce trabajos de Hércules, las Yeguas de Diomedes,  y el segundo, el famosísimo de Orfeo y Eurídice.

   El octavo de los doce trabajos de Heracles consistía en capturar las cuatro yeguas de Diomedes, que comían carne humana y eran alimentadas con la carne de los inocentes huéspedes del rey. Este Diomedes (en griego antiguo Διομήδης),rey de Tracia, era un hijo de Ares y Cirene.
   Heracles se encaminó a sus dominios con un grupo de voluntarios. Consiguió arrebatarle a Diomedes las cuatro yeguas, y, aún estando vivo Diomedes, Heracles arrojó su cuerpo a las yeguas. Tras devorarlo, las yeguas se volvieron tan mansas que el héroe consiguió atarlas en el carro de Diomedes y fueron llevadas a Micenas donde acabaron consagradas a la diosa Hera.
   Durante la batalla, Abdero, el amigo de Heracles encargado de custudiar las yeguas, fue devorado por ellas y en su honor, Heracles fundó la ciudad de Abdera.
 Algunos afirmaban que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras y alimañas. Según la tradición, Bucéfalo, el celebérrimo caballo de Alejandro Magno,descendía de una de estas yeguas.

Abdera

    El segundo mito desarrollado en Tracia,es el de Orfeo. Orfeo (en griego ᾿Ορφεύς)era hijo de Eagro, rey de Tracia, y de las musa Calíope. Otras fuentes afirman que su padre es Apolo (dios de la música). Se le reconoce porque siempre lleva una lira. Cuando Orfeo tocaba su lira,los hombres se reunían para oírlo y hacer descansar su alma. Así enamoró a la bella Eurídice y logró dormir al terrible Cerbero cuando bajó al reino de Hades para intentar resucitarla.


Orfeo

    Eurídice (en griego Εὐρυδίκη) era una ninfa de Tracia. Un día, Orfeo la conoce y ambos se enamoran. La ninfa sufre en el día de su boda una mordedura de víbora y muere al intentar huir de Aristeo, un pastor rival de Orfeo. Este hecho provocó que Orfeo, desesperado, bajara al reino de Hades. Al llegar allí, pide a Caronte (en griego Χάρων,barquero encargado de cruzar la Estigia a sombras errantes de los difuntos) que le lleve al otro lado del lago, pero Caronte se niega. Orfeo, comienza, entonces,  a tocar su lira, y así cautivó a Caronte, que accedió a cruzarlo al otro lado aunque estuviera vivo.
   Frente a Hades (en griego ῞Αιδης) y su mujer Perséfone, Orfeo comienza a tocar su lira para que el dios le dejara llevarse a su amada esposa y, embelesado por la música de Orfeo, Hades cede, pero con una única condición: él irá delante de Eurídice, que irá tras él, siguiéndole, y no debe mirar hacia atrás hasta que ambos lleguen a la luz.




    
     Sin embargo, no cumplió esa condición. Impaciente por ver el rostro de sus amada, Orfeo mira hacia atrás. Eurídice se convierte de nuevo en sombra y él es expulsado del infierno.


   Orfeo se retiró entristecido a los montes Ródope y Hemo. Fue visto por Bacantes (mujeres del séquito del dios Dioniso), que le pidieron que tocara su lira, pero se negó y lo despedazaron. Su cabeza y su lira fueron arrojados al río Hebro y llegaron a la isla de Lesbos, donde una serpiente quiso comerse la cabeza de Orfeo, pero el dios Apolo la transformó en piedra.
    Juntos, en el reino de los muertos, Orfeo y Eurídice pasean juntos al fin sin temor.

1 comentario:

  1. Muchas gracias, Josephine, por tu trabajo sobre esta verde y fértil región al norte de Grecia que es generalmente poco conocida. Ojalá puedas recorrerla algún día y evocar estos mitos.

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